miércoles, 6 de junio de 2012

La torre prohibida



Título: La torre prohibida
 Autores: Ángel Gutiérrez y David Zurdo
Editorial: Minotauro


A causa de un accidente Jack Winger ha perdido la memoria, para recuperarse ingresa en una extraña clínica.
En ella, conocerá a Julia, una joven que también sufre de amnesia y que, como todos los pacientes de la clínica, tiene la misma pesadilla todas las noches. Juntos  intentarán descubrir su pasado y averiguar qué ocurre en la clínica, donde siempre hace calor y de la que parece que no pueden salir.

Desde el comienzo, el libro va atrapando al lector a través de dos historias relacionadas entre sí. Y, aunque en ambas Jack es el protagonista, una se desarrolla fuera de la clínica y la otra dentro de ella.
Es verdad que las dos historias mantienen enganchado al lector, quien desea saber qué le ocurre a Jack o qué sucede con la clínica, pero esta última se hace más atractiva pues el misterio rodea no solo el lugar sino también a los personajes que la habitan: el enigmático doctor Engels, el perruno enfermero jefe Kerber, el repulsivo Maxwell...
La clínica es asfixiante, al principio parece que se debe a que el aire acondicionado está estropeado, pero poco a poco el lector se da cuenta de que hay algo más en ese lugar que no permite vivir con normalidad a los pacientes amnésicos, el bosque y el lago, en vez de hacer de ello un paraiso, acorralan la clínica y a sus moradores. Además hay que añadir las situaciones inquietantes (un tornado que aparece y desaparece devorando lo que encuentra a su paso), los pacientes que no se relacionan entre ellos, la extraña sensación de no poder escapar de la clínica, la torre que parece vigilarlos, los enfermeros y los hombres de negro...
Por otro lado, la vida familiar de Jack y sus desconexiones de la realidad por culpa de un trauma sufrido en un viaje de trabajo son los factores importantes de la otra historia: ¿qué le sucedió?, ¿por qué tiene esas visiones?...
Durante toda la historia predomina el misterio pero hay un momento en el que parece que se va a transformar en un libro de terror: la escena en la que se describe la clínica rodeada de niebla y lo que ven Jack y Julia produce escalofríos.
Un thriller que inquieta al lector con una narración cinematográfica muy visual y un final sorprendente y estremecedor que hace comprender por qué es el premio Minotauro 2012.


Encuentro con los autores